Si te fijas cuando te
acercas
al embarcadero ruge el mar
Es un sonido que viene del
pecho
una voz profunda que
significa
y alcanza donde más duele
Ya dejé mis pertenencias
Abandoné árboles
centenarios
roquedos de liquen
y forestas infundadas
Pero queda una línea más
allá
por hacer
que por la vertiente que da
al mar
se obstina recóndita
y enrocada
Llegar hasta allí es sólo
privilegio de la vista
La mano no alcanza
su tacto no responde
Deja que retome el vuelo
Quién soy yo
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